Las implicaciones del sistema electoral para la izquierda española
- Ansgar Seyfferth
- 13 abr
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Actualizado: 22 jul
Un análisis en El País sobre las perspectivas electorales del espacio político a la izquierda del PSOE, con la visión de varios expertos, entre ellos Ansgar Seyfferth
El autor entrevistó previamente al director de nuestra oficina de Madrid, que hace unos años había publicado en ese mismo periódico un análisis del sistema electoral y su impacto
En su artículo "Sumar y Podemos luchan por un voto menguante" el periodista Ángel Munárriz analiza en El País las perspectivas de las dos formaciones políticas de cara a unas hipotéticas elecciones generales, teniendo en cuenta el enfrentamiento entre ellos, y la debilidad de ambos que arrojan las encuestas. Seyfferth se pronuncia sobre las consecuencias de la combinación de estos dos factores, ante un sistema electoral que castiga la división del voto en las circunscripciones pequeñas, donde el umbral para conseguir representación parlamentaria es elevado.
Expone que en las elecciones generales de 2023, concurriendo junto a Podemos en una lista común, Sumar cosechó el 12,3% del voto. No le bastó para obtener escaños en ninguna de las 29 circunscripciones que reparten cinco o menos escaños, mientras que sí lo consiguió en 7 de las 11 provincias que reparten seis o siete escaños, y en todas las 12 que reparten ocho o más, sumando un total de 31 escaños (el 8,6% de los 350 de todo el congreso). Pero si la proporción de votos baja y se divide, corre peligro de que su representación parlamentaria se reduzca esencialmente a las 8 provincias de nueve o más escaños. Como referencia, Seyfferth recuerda los resultados de IU y UPyD en 2011, que con el 6,9% y el 4,7% del voto, respectivamente, obtuvieron tan solo once y cinco escaños. Es decir, el 11,6% del voto que obtuvieron entre ambos, se tradujo en un 4,6% de los escaños (16 de 350).
Pero, también apunta que no puede darse por hecho que una hipotética unión sumase los votos que Podemos y Sumar tendrían por separado, ya que, dada la aversión mutua, muchos electores que no aprueban la unión, podrían quedarse en casa. Si bien la unión es ventajosa para reducir el castigo del sistema electoral, la contrapartida puede ser una considerable pérdida de votos.