Articulo de Ansgar Seyfferth publicado en El Huffington Post
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Con las pasadas olimpiadas de Río de Janeiro, ya son seis los juegos de verano consecutivos en los que los deportistas estadounidenses fueron los que más medallas cosecharon. Y en cinco de estas últimas seis ocasiones también consiguieron el mayor número de medallas de oro, viéndose superados solo en Pekín 2008 por los anfitriones chinos. ¿Muestra de una supremacía deportiva del país norteamericano? En absoluto. Las enormes diferencias de tamaño de los países que se comparan en el medallero impiden semejante conclusión.
Los países de la Unión Europea sumaron 232 medallas en Río, casi la cuarta parte del total de las entregadas. Por tanto, una hipotética Europa unida competiendo como "Estados Unidos de Europa" con un único equipo olímpico compuesto por una selección de los mejores deportistas de los estados miembros (dentro de la cual cabe esperar que estaría la gran mayoría de los que en Río ganaron medallas para sus países), encabezaría el medallero olímpico, casi duplicando a EE.UU. en el número de medallas.
Y todo ello sin haber mejorado su nivel deportivo, sino solo por contabilizar los éxitos de manera agregada y ya no por separado, repartidos sobre 28 países. Cuanto más grande una población, mayor número de extraordinarios deportistas con potencial medallista cabe esperar en ella, por lo que los números de medallas de un país poco nos dicen sobre el nivel deportivo si no se ponen en relación con su número de habitantes, para obtener las medallas per cápita o (para que no nos salgan números tan pequeños) por cada millón de habitantes, que es lo que haremos a continuación.
Sin duda influyen también los recursos económicos de cada país. Algunos deportes son caros e incluso en aquellos que no lo son, no es lo mismo tener que compaginarlos con un trabajo, que poder dedicarse exclusivamente al entrenamiento por disponer de financiación. Y si bien los recursos económicos a disposición del deporte dependen de varios factores, cabe esperar que tiendan a ser mayores en países más ricos. Por ello más adelante analizaremos también la relación de las medallas con la riqueza del país.
Pero antes de seguir conviene aclarar una limitación de cualquier clasificación basada en el medallero como indicador del nivel deportivo, que es el peso de cada deporte dentro de las olimpiadas. Los hay como judo con siete categorías de peso para cada sexo, o taekwondo con cuatro, o la natación con sus diferentes estilos y distancias. Luego hay otros deportes con menos competiciones - a veces solo una por sexo - y por tanto menos medallas en juego, y en los que serían imposible hazañas como las 28 medallas acumuladas por el nadador Michael Phelps. Para no hablar de los deportes que directamente no son olímpicos. Por tanto, dado que la popularidad de los diferentes deportes varía mucho entre unos países y otros, se ven beneficiados aquellos que son fuertes en deportes que pueden dar muchas medallas mientras salen perjudicados los que dominan particularmente deportes que dan pocas medallas o ninguna.
Medallas en relación con el número de habitantes
Dicho eso, el siguiente gráfico nos muestra la relación entre el número de medallas obtenidas en Río (representado en el eje vertical) y el de habitantes (en el eje horizontal) para todos los países medallistas, cada uno representado por un punto. El grueso de los países tiene números de medallas y de habitantes mucho menores que las 121 medallas estadounidenses y los más de 1.300 millones de habitantes de China y la India, respectivamente. Para evitar que se acumulen en una densa nube de puntos en la parte de abajo a la izquierda del gráfico donde apenas se les distinguiría, se ha optado por ejes logarítmicos.
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